La de anoche fue la primera noche que pasó preso Julio De Vido. Pero no lo hizo en una celda común, sino en una de las celdas del hospital del Penal de Ezeiza. Sucede que el ex ministro de Planificación Federal del kirchnerismo es insulino dependiente y debe ser sometido a una serie de estudios antes de ingresar a las instalaciones de la cárcel.

Ayer, los empleados del hospital que lo vieron lo notaron deprimido, según publicó TN.com.ar. Además, llevó sus propios remedios a la cárcel.

De acuerdo con el informe Servicio Penitenciario Federal, que fue publicado por el diario Clarín, indica que De Vido se mueve por sus propios medios y que está lúcido. “No presenta patología aguda al momento del examen clínico”, detalla el informe.

El hospital del penal cuenta con 50 celdas y por ellas ya pasaron otros ex funcionarios y empresarios kirchneristas que actualmente están detenidos, como José López y Lázaro Báez.

Ayer, el ex ministro de Planificación Federal perdió los fueros que tenía como diputado nacional. La Justicia había pedido su desafuero ya que es investigado en varias causas por corrupción.